REINO DE MALLORCA (Islas Baleares)

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REGNE o REINE DE MALLORQUES (Illes Balears)

 

 

Coronación de Jaime II de Mallorca. Miniatura del Códice de Privilegios. Archivo del Reino de Mallorca.

 

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    El Regne o Reine de Mallorca o de Mallorques ( Balearicus Regnum, Illes Balears) comprende en su periodo cristiano medieval independiente los reinados de Jaume I, Jaume II, Sanç o Sanxo, Jaume III, Jaume IV e Isabel de Mallorca.

    Sobre el solar del Reino islámico árabe (Islas Orientales de Al-Andalus), almorávide (cuya cumbre se encuentra en Muhammad Ben Ganiya I, Ishak Ben Ganiya, Muhammad Ben Ganiya II, Alí Ben Ganiya Al Mayurki y Abdal.lah Ben Ganiya) y almohade (cuyo último walí independiente fue Abu Yahya), después de la conquista aragonesa de Medina Mayurka (31 de diciembre de 1229), Jaime I el Conquistador (el Rei En Jaume I), con su "Carta de Franquesa" (1230), constituyó el Reino cristiano  de Mallorca, que, a su muerte (1276) y según su testamento, además del dominio hispánico insular de las Islas Baleares (actual Comunitat Autònoma de les Illes Balears: Mallorca, Menorca, Ibiza o Eivissa, Formentera, Cabrera e islas menores), incluyó los territorios transpirenaicos y occitanos del Rosselló, el Vallespir, el Conflent, Carlades, Omelades y la Ciudad y Baronía de Montpeller o Montpellier, en en sur de Francia.

    El esquema genealógico de los Reyes o Reis privativos de Mallorques de la dinastía de Aragó, que abarca un periodo que va desde la conquista (1229) hasta la muerte de Isabel, Regina Majoricarum (1404), es el siguiente:

 

REYES INDEPENDIENTES:

    -Jaume I el Conqueridor (1213-1276), desde la reconquista en 1229 hasta su muerte.

    (Pedro de Portugal, hijo de Sancho I de Portugal, como Señor de Mallorca, infeudado al rey de Aragón, desde 1231 hasta 1244. En un documento de este periodo,1232, figura ya la expresión Maioricarum Patriam).

     -Jaime II el Prudent  (1243-1311), hijo de Jaime I el Conquistador y de su esposa Violante de Hungría. Es la figura básica de la dinastía, el consolidador de la Corona Mallorquina, concebida como una comunidad de territorios autónomos. Fundó las villas de Algaida, Binissalem, Campos, Felanitx, Llucmajor, Manacor, Porreres, Sa Pobla, Santanyí, Selva i Sineu. Protector de las Artes (continuó las obras de La Seu, renovó los Palacios Reales de la Almudaina y de Perpinyà, construyó el Castillo de Bellver, inició la construcción de los conventos e iglesias de San Francisco y de Santo Domingo, del Palacio Real de Valldemossa y de las murallas de Ciutadella, continuó las de Maó. etc.) y de las Letras (Ramon Llull y el Colegio de Miramar, institucionalización de la Universidad de Montpeller o Montpellier, que fue la Universidad del Reino de Mallorca, etc). Es conocido como el Bon Rei En Jaume II, el Buen Rey Jaime II.

    -Sanç o Sanxo el Pacífic (+1325), hijo de Jaime II de Mallorcas y de su esposa Esclaramunda de Foix, heredero del Reino por renuncia de su hermano mayor el Infant Jaume, que profesó como religioso franciscano. Sancho casó con María de Anjou, sin hijos. Continuó las obras de consolidación del Reino y las arquitectónicas iniciadas por su padre y puso la primera piedra de la iglesia de Sant Joan el Nou de Perpiñán. A él se debe la creación de la bandera del Reino de Mallorcas. Su reinado es un periodo de tranquilidad y de progreso.

    -Jaume III (1315-1349), hijo de Ferran de Mallorca (+1316), hermano del Rei Sanxo, y de su esposa Isabel de Sabran, Princesa de Acaia (Grecia). Durante su minoría de edad, de 1325 hasta 1328,  fue Regente del Reino su tío el sabio y austero Infant Ferrando, hermano de su padre e hijo de Jaime II. Ante a los acontecimientos adversos que le afectaron y que él, fiel a su Reino y a su destino, "afrontó con valor y dignidad" (la expresión es del historiador Álvaro Santamaría), se le atribuye la frase "Nungú em podrà treure l'esperança" ("Nadie podrá quitarme la esperanza"). La muerte de Jaime III, vilmente asesinado en la Batalla de Llucmajor (25 de octubre de1349), se considera como el trágico fin de la independencia del Reine de Mallorca.

 

REYES DE MALLORCA EN EL EXILIO:

    -Jaume IV (+1375), hijo de Jaime III y de su esposa Constanza de Aragón. Prisionero del usurpador Pedro IV del Punyalet, una vez liberado llevó una vida errante e intentó infructuosamente la recuperación del Reino, llegando en su última incursión hasta Sant Cugat del Vallés, a las puertas de Barcelona. Casó con Juana I de Nápoles, sin hijos. Nombró heredera a su hermana Isabel.  Murió en tierras de Soria, según la tradición envenenado por emisarios de Pedro IV.

   -Isabel (+1404), hermana de Jaime IV. Con el título de Regina Majoricarum, Reina de Mallorcas, y sin perder las esperanzas de recuperar el Reino, residió durante su exilio en el Castillo de Gallargues, que le cedió Carlos VI de Francia en compensación por el precio de la venta de Montpellier que Jaime III había acordado con el rey de Francia Felipe VI sin haber recibido el pago convenido. Casó con Juan Paleólogo, Marqués de Montferrato, y después con el caballero alemán Conrad von Reichach, con el que tuvo un hijo llamado Miguel. Murió en 1404. Gabriel Alomar Esteve, en su “Historia de las Baleares” sitúa sus últimos años “en el convento de Santa Catalina du Val des Écoliers de París, donde acabó sus días”. Con su muerte termina la dinastía privativa de los Reyes de Mallorcas, así como la esperanza del Reino de Mallorcas de recuperar “su independencia absoluta y perpetua”, que había decretado en su testamento Jaime I el Conquistador.

 

 

 

Mapa de los Estados que integraban la Corona de Mallorca, de la "Historia de las Baleares" de Gabriel Alomar Esteve, Ediciones Cort, Palma de Mallorca, 1979., págs. 130 y 131.

 

PANTEONES REALES, INTEGRACIÓN EN LA CORONA DE ARAGÓN Y EN ESPAÑA:

     Los restos de Jaime I descansan en el Monasterio de Poblet, los de Jaime II y Jaime III en el Panteón Real de la Catedral de Palma de Mallorca, capital del Reino, y los de Sancho en la Iglesia de Sant Joan el Vell de Perpignan. Los de Jaime IV fueron enterrados en un convento de franciscanos de Soria (desparecido en un terremoto) y los de Isabel en el Convento de Santa Catalina du Val des Écoliers (también desaparecido) de París, donde ella pasó sus últimos años y acabó sus días.

    En este esquema no hemos incluido los usurpadores Reyes de Aragón y Condes de Barcelona (Pedro III, Alfonso III y Pedro IV) que acosaron continuamente a los reyes mallorquines independientes y que en distintos momentos reinaron de hecho, pero nunca de derecho en el pequeño reino insular.

    Perdida su independencia, extinguida la monarquía privativa e integrado en la Corona de Aragón y, después de la unificación realizada por Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, los Reyes Católicos, en la Corona de España; el Reino de Mallorca, abarcando ya solamente las tierras del Archipiélago Balear y regido por el Gran i General Consell, continuó con su estructura propia hasta que, después de la guerra de sucesión y transcurridos dos años de la conquista por Felipe V de Borbón, éste aplicó a las Islas Baleares el Real Decreto de Nueva Planta (1715), por Real Determinación de 22 de julio de 1718, que suprimió el Reino de Mallorca, disolvió el Gran i General Consell y abolió las franquezas y privilegios de los que se gozaba.

 

RECUERDO VIVO DEL REINO DE MALLORCA:

    Si bien es verdadera la afirmación de Bartomeu Font Obrador, de la Real Academia de la Historia, en su artículo "Als 650 anys de la batalla de Llucmajor" ("Última Hora", 1999), que, ante hechos que no les gustan, "hay políticos y también cronistas áulicos e historiadores de cámara que pretenden conseguir cosas imposibles, como por ejemplo, que no existan los sucesos que sucedieron", como dice el historiador Antoni Pons el Reino de Mallorca "revivirá siempre amoroso en el corazón de todos los mallorquines conscientes" ("Els Reis de la Casa de Mallorca"). Por su parte Roman Pinya Homs recalca en su estudio del mismo título que "Sería una ruindad recordarlos (a los Reyes de Mallorca) con indiferencia. Nos dieron ejemplo de una cosa muy importante: su amor a Mallorca".

   Álvaro Santamaría, en su documentado tratado "Ejecutoria del Reino de Mallorca", después de reconocer "el pragmatismo como constante histórica" de los isleños frente a las mudanzas y cambios políticos, entre otras conclusiones dice: "Considero que racional y objetivamente es el caso de reconocer la abnegación de las generaciones de cristianos, judíos y musulmanes, de excautivos cristianizados y de cautivos que, con su apego a la tierra, a la patria, expresión -Majoricarum patriam- documentada en Mallorca ya en 1232, y arrimando el hombro, contribuyeron desde el anonimato a materializar las notables realizaciones documentadas bajo la Dinastía de Mallorca". 

  En una bella poesía de su libro "El retorn", la poetisa de la "Escola Mallorquina" Maria Antònia Salvà exclama:
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                                                      "Jaume terç, valent i noble,
                                                      sempre august en la dissort,
                                                      regna encar damunt ton poble
                                                      per l'amor qui venç la mort."

    Y el poeta actual Llorenç Vidal, en uno de sus haikais, "Recordança del 25 d'octubre" ("Petits poemes"):

                                                       "Dies d'octubre
                                                       al "Camp de sa Batalla".
                                                       Pedres. Tristesa."

    En su obra "Compendio de la Historia de las Baleares", José Rosselló y Bestard, declarada de texto en las escuelas por Real Orden de 4 de abril de 1887, dice:

    "Puede decirse que la Divina Providencia al hacerlas brotar del fondo del mar, se propuso hacer de ellas un pueblo independiente, ni inquietador ni por los otros inquietado". 

    La historia, la tradición popular, el arte, la literatura y la poesía nos evocan con belleza y con nostalgia el recuerdo y el esplendor del antiguo Reialme mallorquí i balear, una de las épocas fundamentales de nuestra historia insular. 

 

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